Estafas online: cómo te engañan y cómo no caer en la trampa
Cada día, muchas personas reciben correos falsos de su banco, ofertas de trabajo que no existen o compras online que nunca llegan. Internet nos hace la vida más fácil… pero también atrae a estafadores muy ingeniosos.
DERECHO DIGITALPENAL
12/9/20253 min leer
¿Qué es una estafa online?
Una estafa online es un engaño cometido a través de Internet con el objetivo de obtener dinero u otros beneficios a costa de otra persona. Legalmente, se considera fraude o delito de estafa, regulado en el Artículo 248 del Código Penal español, que castiga a quien “con ánimo de lucro y mediante engaño bastante, induzca a otro a realizar un acto en perjuicio propio o ajeno”.
Ejemplos reales:
Correos que parecen enviados por tu banco solicitando datos personales (phishing).
Tiendas online que prometen productos increíbles y nunca los envían.
Ofertas de inversión en criptomonedas o “ganancias rápidas” que solo buscan tu dinero.
Falsos anuncios de empleo que requieren un pago inicial.
Por qué ahora hay tantas estafas online
Todos estamos en Internet: compras, bancos, redes sociales… cuanto más usamos Internet, más fácil es para los estafadores.
Anonimato y rapidez: se puede operar desde cualquier país, muchas veces sin ser detectado.
Tecnología sofisticada: técnicas como el spoofing (suplantación de identidad) y el malware hacen que los engaños parezcan reales.
Falta de educación digital: muchos usuarios no saben reconocer señales de fraude.
Ejemplo: un correo que parece de “Amazon” con un link para reclamar un pedido inexistente. Si pinchas, los estafadores pueden robar tus datos bancarios en segundos.
Por qué casi nunca pillan a los estafadores
Aunque sean delitos, las condenas son raras:
Jurisdicción internacional: los delincuentes suelen estar en otro país.
Difícil de probar: emails borrados, cuentas falsas o pagos con criptomonedas complican la investigación.
Recursos limitados: la policía especializada en cibercrimen no puede cubrir todos los casos.
En España, leyes como la LSSI-CE (Ley 34/2002) y la LOPD (Ley Orgánica 1/2015 de Protección de Datos) obligan a proveedores a implementar medidas de seguridad, pero esto no garantiza que todos los fraudes se puedan evitar.
Cómo engañan los estafadores
Phishing: emails o mensajes que parecen legítimos para robar contraseñas o datos bancarios.
Smishing y vishing: lo mismo que phishing, pero por SMS o llamadas telefónicas.
Falsas tiendas online: webs que parecen reales, pero nunca envían los productos.
Esquemas de inversión o criptomonedas fraudulentas: prometen grandes ganancias rápidas y urgentes.
Ingeniería social: manipulan emociones como miedo, urgencia o codicia para que actúes rápido.
Ejemplo real: una supuesta tienda de gadgets enviaba iPhones “a mitad de precio” a través de su web falsa, y nunca entregó nada.
Cómo no caer en la trampa
Algunas medidas sencillas pueden marcar la diferencia:
Verifica siempre el remitente de correos y la URL de las webs.
No compartas contraseñas ni datos personales por email o WhatsApp.
Activa la autenticación en dos pasos cuando sea posible.
Desconfía de ofertas que parecen demasiado buenas.
Comprueba opiniones y reputación de tiendas online.
Reporta intentos de fraude a la policía, Guardia Civil o al INCIBE.
Qué hacer si te estafan
Si ya has sido víctima, actuar rápido es clave:
Bloquea cualquier cuenta o tarjeta comprometida: contacta con tu banco o proveedor de pago.
Cambia contraseñas inmediatamente, especialmente si usas la misma en otras cuentas.
Recopila toda la evidencia: correos, pantallazos, recibos, números de cuenta o mensajes.
Denuncia el fraude: en España, puedes hacerlo en comisarías de policía, Guardia Civil o a través de INCIBE (www.incibe.es). La denuncia es necesaria si quieres que se investigue y posibles acciones legales futuras.
Informa a tu entorno: si el fraude afecta a datos compartidos, avisa a familiares o compañeros.
Tip legal: aunque no siempre se pueda recuperar el dinero, una denuncia formal genera un registro que puede ayudar a perseguir al estafador y prevenir futuras víctimas.
Conclusión
Las estafas online combinan ingenio, anonimato y rapidez, por eso son tan frecuentes y difíciles de perseguir. Pero si conoces sus tácticas, aplicas medidas de seguridad y sabes qué leyes te protegen, puedes navegar seguro y no convertirte en la próxima víctima.
Recuerda: en Internet, la prevención es tu mejor defensa. No hay excusas para caer en la trampa de un estafador informado.
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